Es el estilo más antiguo de la natación y uno de los más rápidos de los cuatro que existen. Aunque no requiere de una respiración perfecta, es necesario conocer la técnica del estilo espalda para hacer una ejecución de altura.
La natación al estilo espalda
El estilo espalda es uno de los cuatro que componen la natación y está considerado como uno de los más antiguos que existe.
Su primera aparición en competiciones internacionales fue en los Juegos Olímpicos de 1900 que se celebraron en París.
En esa oportunidad el estilo se ejecutó en una prueba de 200 metros y el ganador fue el alemán Ernst Hoppenberg.
A este tipo de estilo también se le conoce como “Crol de espalda” debido a que algunos consideran que se trata del mismo estilo crol pero invertido de frente.
Está catalogado como el tercer estilo más rápido después del Crol y la Mariposa. (Ver artículo: Técnicas de natación)
¿En qué consiste?
Si hablamos de la Técnica del estilo espalda podemos decir que consiste en alternar el movimiento de los brazos y las piernas.
Su principal característica es que los nadadores van posición dorsal lo que obliga a hacer unas brazadas más lateral y no por debajo del agua como ocurre con el estilo crol.
En este tipo de estilo la cara del nadador nunca debe estar sumergida en el agua, al menos que sea en los virajes y las salidas.
Partiendo de esa teoría, podríamos decir que el estilo espalda no amerita de una respiración tan importante como en otros estilos, sin embargo, el nadador tiene como obligación coordinar los movimientos de sus brazos y llevarlo al ritmo de su sistema respiratorio.
Quizás una de sus desventajas es que el nadador desconoce por completo su alrededor. No tiene la visión para saber hacia dónde va, y por ello, debe buscar referencias cuando hace los volteos o las llegadas.
El movimiento de las piernas se realiza de forma alternativa de arriba a abajo y la propulsión se genera gracias al movimiento ascendente de cada pierna. (Ver artículo: Como nadar)
Técnica del estilo espalda
Nadar al estilo espalda suele lucir un tanto complicado y quizás esa sea la razón por la cual no es el más usado en piscinas. Sin embargo, la Técnica del estilo espalda es muy parecida a la del estilo Crol.
Algunos especialistas recomiendan este estilo para mejorar dolencias en el cuerpo y recuperar lesiones. Es la técnica más recomendada para fortalecer la espalda y evitar peores lesiones.
La Técnica del estilo espalda es sencilla y sólo requiere de dedicación y esfuerzo.
Posición del cuerpo
Para comenzar a explicar la técnica de este estilo es necesario que entendamos qué posición debe tener nuestro cuerpo.
Para nadar al estilo espalda debemos mantener el cuerpo en posición dorsal y la cabeza elevada a unos 30 grados.
El nivel del agua debe pasar la altura del lóbulo de nuestra oreja. La cabeza del nadador permanecerá siempre fija y sólo se girará el cuerpo de un lado a otro.
Trata de colocar el pecho fuera del agua y las caderas deben estar sumergidas a unos 5 centímetros.
Movimiento de las piernas
Durante el estilo espalda el movimiento de las piernas debe ser alternativo. Las rodillas no deben salir de la superficie del agua.
El nadador debe flexionar y extender una rodilla, llevando la punta de los pies de abajo hacia arriba.
El mismo movimiento debe repetirse con la otra rodilla y comenzar el desplazamiento en el agua.
Movimiento de los brazos
La ejecución de nuestros brazos en la Técnica del estilo espalda es sencillo. El nadador tendrá que mantener una coordinación con la respiración, las piernas y ambos brazos.
Brazos – respiración: El nadador no debe hacer ningún movimiento con la cabeza porque ésta se mantendrá fija sobre la superficie del agua. El sujeto realizará una respiración tipo rítmica, cuando entre un brazo al agua, inhala, y cuando entre el segundo brazo, exhala.
El movimiento de los brazos debe hacerse de la siguiente manera: Mientras uno entre en el agua, el otro debe estar realizando el empuje debajo de la misma al estilo de las agujas del reloj. (Ver artículo: Entrenamiento de natación nivel medio)
Recomendaciones para el estilo espalda
Una de las mayores dificultades que tienen los principiantes en este tipo de estilo es mantener un movimiento en línea recta. La mayoría no logra nadar en esa dirección y terminan desviándose por toda la piscina.
Para superar ese obstáculo solo hace falta un poco de paciencia combinada con la práctica y concentración. Luego de varios intentos, lograrás nadar en línea recta sin ningún problema.
Para evitar tragar agua o golpearte al llegar a la meta puedes probar buscando algunas referencias en la piscina que te permitan conocer sus límites y no acabar golpeándote con la pared.
También puedes estilar los brazos completamente cuando sientas que estas llegando a la meta. Así podrás tocar la pared con tus manos y evitar golpearte la cabeza.
Es recomendable usar lentes si estás comenzando a nadar en este estilo. De esa manera evitar que el agua salpique sobre tu rostro, lo que sin duda, es incomodo al momento de estar nadando.
Normas del estilo espalda
La Federación Internacional de Natación (FINA) estableció un reglamento para ser aplicado en cada uno de las competiciones mundiales, entre ellos los Juegos Olímpicos.
Algunas de sus reglas más destacadas son las siguientes:
- El nadador debe obligatoriamente nadar sobre su espalda durante toda la prueba, excepto cuando tenga que realizar un viraje.
- Alguna parte del nadador debe romper la superficie del agua. Sólo podrá estar sumergido al momento del viraje
- Está prohibido colocar los pies encima del rebosadero
- El nadador deberá tocar la pared estando únicamente de espalda